El 7 de agosto, Mustafá traslada las líneas de asedio del monte
Sciberras a la península de Senglea y somete ambos fuertes a un intenso
bombardeo al tiempo que las tropas turcas avanzan hacia el Borgo.
El
combate es encarnizado. La Valette combate en primera línea, hombro con
hombro con sus hospitalarios. Los turcos forman una marea que está
empezando a sobrepasar las defensas maltesas en demasiados puntos. Todo
está perdido, pero el hospital debe resistir hasta el último hombre.